viernes, noviembre 27, 2009

Gracias


Caprichos del destino han hecho que mi cumpleaños coincida con el entierro del padre de un buen amigo. Por otro lado también fui, durante una temporada compañero suyo de trabajo.
Es en estos tristes momentos cuando más patente se hace las relacciones que vamos formando entre nosotros y como la ausencia de uno de los elementos transforma el resto. Es como la película Que bello es vivir con la diferencia de que el personaje que hechamos de menos no volverá al final de la película. Entonces empiezas a recordar los momentos que vivistes con él, esa última noche de San Juan que compartiste en la terraza de su hijo e inevitablemente me acuerdo del resto de personas que también he perdido y que han intervenido en mi vida y han contribuido, cada uno en su medida, a convertirme en la persona que soy. A todos ellos solo les puedo expresar mi gratitud porque su presencia me sirvio de modelo y su recuerdo me sirve de ejemplo para mi continuo intento de ser mejor persona. Todo esto se expresa con una simple palabra. Gracias

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